Buscar este blog

lunes, 25 de mayo de 2015


Totonicapán

Algunos de los cuentos y leyendas más conocidos del departamento guatemalteco.

 

En Totonicapán, los contadores de cuentos, llamados también Aj´tzijolk´ul matajam, son ancianos quienes transmiten 
sus conocimientos a las nuevas generaciones.
 
 




   

 

jueves, 21 de mayo de 2015


Leyendas

Aquí encontramos una amplia variedad de leyendas, tales  como  La leyenda 
de Santiago Apóstol, La Leyenda de Koek´siron (negro cigarro) y el origen 
del Maíz, en San Andrés Xecul.    El tragalenguas, Gukumatz, además de las 
ya tradicionales como el duende, el sombreron, la llorona, etc.

El Tragaleguas

Se dice que en San Francisco El Alto, en una ocasión el Tragaleguas de San Francisco, hizo un viaje a la costa y a su regreso traía agua del mar, en un tecomate, y un volcán que venía cargando. Al pasar por Atitlán se sintió muy cansado y se durmió. Ahí vació su tecomate y dejó el agua que había traído. Entonces formó el lago de Atitlán.

Siguió caminando con el volcán que traía cargado y cuando llegó a un lugar llamado Santa María, se sintió nuevamente cansado y entonces también lo dejó y después lo llamaron el volcán de Santa María. Sólo regresó con sus ponchos, los que vino a dejar en el cerro de este lugar, al que le llamaron cul (poncho, chamarra de lana). Después, en este lugar se formó el pueblo para recordar al Tragaleguas de San Francisco, que aquí dejó sus ponchos con el que viajaba.

Los Aj'tzijol K'ulmatajem de Momostenango, aseguran que un hombre había viajado a vender ponchos a Huehuetenango, y cuando venía de regreso dispuso bañarse en el Río Negro. Se estaba sumergiendo, cuando vio una gran culebra que salía del río y escupía con gran fuerza en la orilla. Luego la culebra se metió otra vez al río y desapareció. El hombre, asustado, fue a ver qué había en la escupida y encontró una bola de metal que brillaba. Se la metió en el morral, pero cuando iba caminando se dio cuenta que entendía el lenguaje de los árboles, de los cerros y de los animales. Entonces cayó en cuenta que la bola de metal era mágica, porque la culebra que había visto era Gukumatz'. El hombre regresó a Momostenango, se volvió muy sabio y muy feliz, porque entendía todo lo que los animales y los árboles sentían y querían. Su mujer, "que lo veía raro porque hablaba solo", le insistió tanto, que el pobre hombre le dijo el secreto y le enseñó la bolita de metal. Luego, vino un gran viento, se apareció Gukumatz', le quitó la bolita y el hombre se murió.


 


 


miércoles, 20 de mayo de 2015


Cuentos

Destacan cuentos como El Caballo Mágico, El pájaro Grifo, El Príncipe, Lagarto, 
Santa América y San Miguel, La Rosa encantada.

La Rosa Encantada


La noche se desploma y sobre una estrella plateada, una rosa hechizada acicala sus pétalos dorados, con un suave peine de fibras de ilusión, que le regaló una bella hada.
Aun bajo el hechizo de una cruel maga, la delicada rosa conserva su suave frescura y su delicada fragancia.
A la distancia distingue una blanca ventana y sobre una nacarada cuna, una hermosa criatura está durmiendo, no puede contener su gran ternura y aún bajo embrujo de la malvada hechicera, se acerco en silencio a la niña que descansaba y con hilos de oro le decoró sus sueños y cantando una suave  canción  de cuna partió, hacia la estrella plateada donde vivía prisionera de una malvada maga.